Aún con advertencias de autoridades, cientos de personas se han reunido en la ciudad natal de Mahsa Amini, Saqqez, para su entierro.
Las protestas han estallado en Irán tras la muerte de una mujer kurda de 22 años, Mahsa Amini, que murió en el hospital el 16 de septiembre, tres días después de que fuera arrestada y presuntamente golpeada por la policía moral en Teherán.
Los manifestantes se reunieron inicialmente frente al hospital Kasra en Teherán, donde Amini estaba siendo tratada. Grupos de derechos humanos informaron que las fuerzas de seguridad lanzaron gas pimienta contra las personas, además que varios fueron arrestados.
El cuerpo de Amini fue transportado a su provincia natal de Kurdistán para el entierro, que tuvo lugar en la mañana del 17 de septiembre.
“Las instituciones de seguridad obligaron a la familia Amini a celebrar el funeral sin ninguna ceremonia para evitar tensión”, dijo Soma Rostami quien forma parte de Hengaw, una organización kurda de derechos humanos.
Las personas se reunieron en la ciudad natal de Amini, Saqqez, para el entierro, sin importar que hubiese advertencias por parte de autoridades, según informes locales.
Amini estaba de visita en Teherán con su familia el 13 de septiembre cuando fue arrestada por la policía moral por presuntamente violar la estricta ley del hijab del país. A su familia le dijeron que sería liberada de la comisaría después de una “sesión de reeducación”.
Testigos informaron que Amini fue golpeada en la camioneta de detención, acusación que la policía niega y sostiene que la detenida sufrió un infarto, relato de los hechos que no es aceptado por la familia de la afectada.
Como en protestas anteriores, las autoridades iraníes parecen haber restringido el acceso a internet. Las autoridades iniciaron una investigación sobre la muerte de Amini, informaron medios estatales.